Tras casi diez años de vida como banda, los madrileños Elderdawn sacan a la luz un primer trabajo discográfico oficial, toda una descarga de furia metalera, trufada de exquisitos arreglos y envuelta en una agradecida atmósfera oscura.
"Empty Words" es un trabajo de Elderdawn editado en Santo Grial Records (Ref: ELW001CD) en Marzo de 2011. Interpretado por Jose The Maze como cantante & Juanpa Evilead en la guitarra y las voces & JJ Crack en la guitarra & Miguel Commander como bajista & M Ávila en los teclados & Edu Headcrusher a la batería desde España y se centra en el estilo Metal y tiene una duración de 59 minutos. Enlaces Relacionados:Elderdawn & Elderdawn MySpace & Santo Grial Records Valoración: 8.5 sobre 10
El mundo de la música es una jungla sumamente inhóspita y ardua, en la que numerosas personas sueñan con ocupar un lugar y luchan para ello con todas sus fuerzas, su ilusión y sus ganas. Algunos ven recompensado su esfuerzo en forma de disco casi nada más empezar, en virtud de un golpe de suerte o de unas conexiones particularmente afortunadas, mientras que otros pueden estar años y años hasta que las circunstancias les permiten poder dar a conocer su trabajo en formato cd. No creo que quede todavía ningún ingenuo que piense que esto sucede porque la banda o el artista en cuestión no son lo suficientemente buenos para editar un disco; no, eso no funciona así. Todos sabemos de gente que no ha podido ver recompensados sus esfuerzos con el premio de un lanzamiento discográfico a pesar de merecerlo incuestionablemente.
Este es precisamente el caso, hasta ahora,de los madrileños Elderdawn. Formada en 2002, esta banda de metal, cuya música se encuentran rastros black, death, heavy y gothic, no ha sacado un disco ( aunque sí varias demos ) hasta este año 2011, y además se lo han tenido que autoproducir. Concebido en un principio para su difusión gratuita a través de Internet, “Empty Words” salió finalmente editado en cd tras un largo, largo proceso de grabación, marcado por los abandonos de varios miembros y la llegada de otros nuevos. Pero, afortunadamente, los parones y las dificultades a lo largo de este proceso no han hecho sino reforzar la determinación de Elderdawn a seguir adelante con su ilusión, dando así como resultado un disco del que, sinceramente, creo que pueden sentirse muy pero que muy orgullosos.
Ya desde su presentación, con una excelente portada, “Empty Words” es un disco que entra por los ojos, y por los oídos, de forma impactante. La amalgama de influencias metaleras que atesora, unidas a las oscuras ambientaciones con las que se refuerza, consiguen que la música de Elderdawn llegue con inmediatez al oyente, que no podrá dejar de asombrarse ante la gran variedad de melodías, arreglos y ambientes que pasaran ante él, dejándole sin aliento en más de una ocasión. Sea cual sea el subgénero metalero que más atraiga, o incluso si no te atrae el metal en absoluto pero eres una persona de mente abierta, “Empty Words” guarda para ti muchos buenos momentos.
El disco empieza con la canción más larga, ‘Redemption’, en la que a lo largo de sus más de nueve minutos de duración Elderdawn nos demuestra el amplio rango de sus influencias y sus gustos. Una canción que lo es todo menos aburrida gracias a la variedad de sus melodías, de sus ritmos y de sus arreglos, en los que se entremezclan guitarras contundentemente brutales, teclados envolventes y sutiles arreglos electrónicos. Pero esta variedad, presente a lo largo de todo el disco, no sería lo mismo si no fuera por la maestría vocal del cantante, que con su gran variedad de registros contribuye de manera imprescindible a que esta canción, y todas las demás, sea como es y suene como suena.
También me ha gustado mucho ‘Illeven’, la más oscura de las canciones de “Empty Words”. No deja de tener una importante carga de contundencia metalera, pero su inquietante comienzo y, sobre todo,unprecioso interludio de violoncello y electrónica, hacen de este tema uno de los bocados más apetecibles de todo el disco. Igualmente atractiva es ‘Almost human’, en cuyos más de siete minutos de duración tiene cabida una nueva exhibición de ritmos, sonidos, voces y ambientes que dan muestra del talento que atesora Elderdawn. Tampoco puedo olvidarme de los increíbles comienzos de ‘My own torture’, con magníficos violoncellos y con una asombrosa exhibición vocal, o de ‘Nema – Empty Words’, con una singularmente bien conseguida alianza de teclados, cellos y guitarras.
Tengo pocas pegas que poner a este “Empty Words” pero una de ellas sería, sin duda, la poca relevancia que en la mezcla final tienen los teclados. Aunque esto es algo que el grupo ha hecho de manera consciente, tratando de acercar el sonido final del disco al del directo, creo que si los teclados hubieran tenido algo más de protagonismo y no hubieran estado en un segundo, o tercer, plano la atmósfera del trabajo hubiera sido absolutamente genial ( y eso que ya es muy buena ). También, y eso es algo todavía más personal que lo anterior, me hubiera gustado que los violoncellos tuvieran una mayor y más abundante presencia. Creo que la introducción de este tipo de instrumentos en canciones como las de “Empty Words” aporta un aire diferente, renovador y diferenciador a su sonido.
Espero sinceramente que la ilusión, las ganas y el cariño puestos por Elderdawn en su primer trabajo discográfico oficial les traiga todo el reconocimiento por parte del público que ellos se merecen. Desde aquí hacemos votos por ello.
El mundo de la música es una jungla sumamente inhóspita y ardua, en la que numerosas personas sueñan con ocupar un lugar y luchan para ello con todas sus fuerzas, su ilusión y sus ganas. Algunos ven recompensado su esfuerzo en forma de disco casi nada más empezar, en virtud de un golpe de suerte o de unas conexiones particularmente afortunadas, mientras que otros pueden estar años y años hasta que las circunstancias les permiten poder dar a conocer su trabajo en formato cd. No creo que quede todavía ningún ingenuo que piense que esto sucede porque la banda o el artista en cuestión no son lo suficientemente buenos para editar un disco; no, eso no funciona así. Todos sabemos de gente que no ha podido ver recompensados sus esfuerzos con el premio de un lanzamiento discográfico a pesar de merecerlo incuestionablemente.
El disco empieza con la canción más larga, ‘