La górgona, uno de los mitos griegos más populares, se ve trasladada al centro de Europa por obra y gracia del talento del director británico Terence Fisher.
En Vandorf, una deliberadamente imprecisa región centroeuropea, algo o alguien está convirtiendo a los habitantes del lugar en piedra. Cuando la pelÃcula comienza vemos como una joven, Sacha, aparece convertida en piedra y su novio, Bruno, es encontrado ahorcado en el bosque cercano al pueblo. Durante la encuesta policial, el doctor Namaroff, director del sanatorio local, miente deliberadamente al ocultar el hecho de que el cadáver de la muchacha era de piedra, lo que enfurece al padre del joven ahorcado. Este, frustrado ante la conspiración de silencio que parece envolver al pueblo de Vandorf, decide seguir investigando en el lugar, lo que a su vez provoca que un grupo de lugareños asalte su casa y que la policÃa le inste, con malos modos, a que se marche del pueblo.
Esa misma noche llega a Vandorf un colega del padre de Paul, el profesor Meister, quien acabará deduciendo que el espÃritu de la górgona ha invadido el cuerpo de una persona del pueblo. Al mismo tiempo, Namaroff estrecha su cerco en torno a Carla, interrogándola constantemente sobre sus movimientos en lo que parece un ataque de celos, lo que provoca en ella la intención de escapar de Vandorf. Paul la ayuda a fugarse de Namaroff, pero cuando comprueba que la joven no ha tomado el tren que debÃa haber cogido sale en su busca, llegando hasta el castillo, donde se encontrará con Namaroff y, finalmente, con la terrible verdad que se encuentra tras los crÃmenes que han asolado la región de Vandorf durante los últimos cinco años.
La górgona, estrenada en España con el tÃtulo de La leyenda de Vandorf, es una de las pelÃculas menos conocidas de la etapa clásica de la Hammer. Resulta difÃcil entender la razón de ese desconocimiento, teniendo en cuenta que se trata de una de las más bellas pelÃculas que realizó el estudio; la suntuosidad de su brillante fotografÃa en technicolor, la sombrÃa iluminación, el primoroso cuidado puesto en los detalles y la ambientación hacen de La górgona uno de los más interesantes films que nos ha ofrecido La Casa de la Sangre en toda su fascinante historia.
La dirección de arte de La górgona eleva a un nuevo nivel de excelencia lo acertado de este campo en las pelÃculas que Terence Fisher dirigió para la Hammer. Aunque podemos ver elementos reutilizados de otras pelÃculas ( tanto el patio de la casa de Paul y su padre como el castillo de la górgona se pueden ver en el primer Drácula ) o que se utilizarÃan más tarde ( el laboratorio de Namaroff se podrá ver en alguno de los Frankestein que todavÃa están por venir ), lo cierto es quetanto lo reutilizado como lo nuevo se ve notoriamente enriquecido por la que quizá sea la mejor ambientación gótica que yo he tenido la oportunidad de ver en una pelÃcula Hammer hasta la fecha. El salón del castillo de la górgona es un maravilloso prodigio de lo que debe ser un castillo gótico de manual: Hojas por el suelo, telarañas, ruina y olvido presentes por todas partes…
Otra de las razones que influye decisivamente en el buen resultado final de esta pelÃcula es su trÃo protagonista, los muy grandes Peter Cushing, Christopher Lee y Barbara Shelley, en especial el primero de ellos. El personaje del doctor Namaroff es admirablemente encarnado por el enjuto señor Cushing, dándole un aire entre perverso y doliente que resulta turbador y atractivo a un tiempo. Por su parte, Christopher Lee, quien intercambia el papel de bueno con su amigo Peter Cushing, compone un personaje que es un clarÃsimo antecedente del Van Helsing que veintiocho años más tarde encarnarÃa Anthony Hopkins en el Drácula de Francis Ford Coppola.
Aunque en algunos momentos la pelÃcula llega a ser un poco monótona ( se echan en falta más apariciones de la criatura ) y la forma en que la górgona aparece en Vandorf no queda suficientemente bien explicada, lo cierto es que esta pelÃcula puede ser considerada como uno de los grandes clásicos de la Hammer, y como tal merece un visionado por todo aquel que se considere aficionado al cine de terror con sabor y con solera.