México profundo El Infierno MN Simple MN Avanzado Publicado 2010-10-18 2010, el año del bicentenario. No hay nada qué celebrar. Pobreza, narcotráfico, violencia y un paÃs decadente es la óptica con la que Luis Estrada construye el espejo de México. El Infierno es una cinta de humor negro que no escapa a una realidad a la que no terminamos por acostumbrarnos.
Luis Estrada , el director de El Infierno , ha causado revuelo tras el estreno de su pelÃcula por el tono escandaloso y satÃrico de la situación general en México en el marco de los festejos del bicentenario de la independencia. El cineasta mexicano ha logrado llamar la atención de un sector importante de la población porque el slogan "no hay nada qué celebrar" difiere totalmente del discurso oficial del gobierno, que con un optimismo cercano a la ceguera intenta esconder lo evidente.
Corrupción, pobreza, desempleo y de unos años para acá secuestros, violencia y narcotráfico son los males que aquejan a la sociedad mexicana que vive atemorizada guarecida en sus casas, esperando que en cualquier momento pase lo peor a ellos o a un familiar cercano. El Infierno muestra a Benny, un trabajador migrante deportado de Estados Unidos y que regresa a su pueblo natal sin un quinto en la bolsa con la finalidad de comenzar de nuevo. Se encuentra con un San Miguel totalmente cambiado, con la mayorÃa de los negocios cerrados, los pobladores acobardados y una ola de terror en las calles que lo deja estupefacto. Tras enterarse que su hermano "el Diablo" habÃa sido asesinado "peor que como a un perro" comienza a investigar qué llevó a que lo mataran asÃ, pero como hambre es canija, lo primero que hace es regresar a trabajar al viejo taller de su padrino, asolado por la falta de clientes. No hay dinero y se encuentra con un viejo amigo de la infancia, el célebre Cochiloco, ese personaje que se lleva las palmas por la crudeza de su personaje y al mismo tiempo su conciencia sobre la nefasta situación del pueblo. El Cochiloco es un sicario al servicio del señor Reyes, el zar de los negocios turbios de la región e invita a Benny a trabajar para él. Es notorio que no sabe en lo que se está metiendo y aquà comienza la odisea.
Según una entrevista con Carmen Aristegui , Luis Estrada comenta que El Infierno es el cierre de una trilogÃa que incluye las cintas La Ley de Herodes y Un Mundo Maravilloso donde en la primera trata del fin de la dictadura priÃsta y en la segunda aborda la transición polÃtica. El hilo conductor de esta trilogÃa es una especie de sÃntesis en la que el paÃs se convierte en un lugar olvidado por Dios y en un caos social. La violencia está a la vista de todos y es muy difÃcil hacer la vista gorda, pero lo que resulta trágico es que estas cintas puedan despertar en el espectador una sarta de carcajadas cuando quizás la intencionalidad debiera ser la de la indignación.
Más allá de la polémica de si representa fielmente o no la realidad y el descontento popular ante la incapacidad de las autoridades, El Infierno es una gran cinta por la calidad de la actuación de Damián Alcázar y el elenco que lo acompaña; considero que el guión fue construido a partir de una lectura superficial de los periódicos, pero sin caer en un sensacionalismo que sirviera de anzuelo para despertar la atención de la opinión popular. Las conmemoraciones de la independencia y la revolución quedan obnubiladas por una realidad que siempre nos supera.
La pelÃcula muestra un entorno descompuesto, decrépito y bastante crudo pero es también el cristal del espejo que puede ser desempañado para intentar vivir si no felices, al menos sin miedo. PelÃculas como esta son necesarias en un momento en que la propaganda gubernamental nos llueve queriendo hacer una cortina de humo para distraernos de lo que realmente importa.
Como decÃa José Alfredo Jiménez , la vida (en México , agrego) no vale nada.
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