En su línea de excelencia editorial, Phaidon nos presenta un exquisito lanzamiento de gran formato, un tomo dedicado a la vida y obra de uno de los escultores del Ateneo Universal: Auguste Rodin.
"Auguste Rodin" escrito por Jane Mayo Roos en la editorial de Phaidon (ISBN: 978-07148-4148-9) con 208 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en Junio de 2010 se encuadra en el género Arte Enlace Relacionado:Phaidon Valoración: 9 sobre 10
He de decir que la lectura de esta monografía me ha resultado interesante, constructiva y estéticamente muy placentera. La magnífica edición presenta numerosas imágenes a doble página, con diferentes vistas de las esculturas, lo que hace poder capturar un poco mejor la esencia de cada una. Está claro que la percepción de una figura hay que sentirla viendo la escultura al natural y la fotografía todavía no puede mostrarnos eso.
Pero si es un hándicap el no poder apreciar la tridimensionalidad de las figuras en un libro, lo que éste si puede hacer es proporcinarnos valiosísima información acerca de las mismas, como así hace la autora Jane Mayo Roos.
Quería comentar que, dando información veraz y completa, la monografía está escrita de una manera que el lector no especialista puede muy bien comprender tanto el contexto como la técnica como el significado de las obras. Por ejemplo, nos describe las técnicas de escultura de Rodin, como por ejemplo el antiguo método, ya empleado por los griegos, de la cera perdida. De este modo el lector no experto entiende perfectamente como era el trabajo de Rodin.
También se detiene la autora a explicarnos las circunstancias políticas de la Francia del XIX que de algún modo afectan a la vida y obra de Rodin, también nos habla de los personajes, como por ejemplo Victor Hugo, al que Rodin dedicaría varias esculturas a lo largo de su vida. También nos explica su relación con los Impresionistas, rechazados en su época y a los cuales Rodin terminaría por unirse. Con toda esta contextualización, el lector está en condiciones de entender perfectamente a Rodin.
Como historiador del Arte puedo decir que he disfrutado mucho de esta monografía, encontrando mucha información acerca de sus grandes obras. Sobre todo me ha fascinado la parte de su obra más madura que está más próxima al Simbolismo, en concreto su magna obra “Las puertas del Infierno” en cuyo frente se sitúa el ilustre “Pensador”. Este es el aspecto que más me interesa de su obra, aunque toda ella es fascinante,pero me quedo con ganas de saber un poco más de una obra no tan conocida como es el “Sucubo”, una inquietante figura demoníaca y que no aparece mencionada en la monografía.
Otro aspecto que conocía, pero que no terminaba de comprender bien, era el hecho de que existan numerosas copias de las obras de Rodin y en distintos materiales. Casi podemos decir que Rodin fue el primer gran maestro en producir sus obras en serie: a partir de los modelos en arcilla Rodin hacía que su taller reprodujese sus obras en distintos materiales dandoles al final su toque personal. Gracias a ellos si no podemos ir al Museo Rodin de Paris o al de Philadelphia podemos encontrar esculturas del maestro en multitud de lugares. Aquí surge una gran pregunta ¿Hay originales de Rodin y luego copias? ¿O podemos colegir que todas estas obras son originales en si? Desde luego Rodin expresó en su última voluntad que sus obras se reprodujesen. Estaba rompiendo con el concepto tradicional de original y copia, adelantándose a nuestra época en la que, con los medios de reproducción actuales ya se ha perdido ese concepto de originalidad. Desde luego yo he visto sus esculturas en varios contextos, como por ejemplo unos bronces al aire libre en Granada hace un par de años, y la experiencia estética es absolutamente apabullante. Sin duda no fueron las primeras versiones, pero el maestro se encargó de que todas sus reproducciones llevasen su marchamo.
Por último comentar que su autora es una reputada especialista americana, catedrática en Historia del Arte en el Hunter College de Nueva York. Tiene un texto previo sobre el "Monumento a Victor Hugo" y monografías de otros autores como Manet, Monet, Camille Claudel o Mallarmé.
Si te gusta la escultura y no te importa leer en inglés, estamos ante unamagnífica obra de divulgación sobre el escultor más importante del siglo XIX y comienzos del XX. Una excelente lectura.
Pero si es un hándicap el no poder apreciar la tridimensionalidad de las figuras en un libro, lo que éste si puede hacer es proporcinarnos valiosísima información acerca de las mismas, como así hace la autora 
Otro aspecto que conocía, pero que no terminaba de comprender bien, era el hecho de que existan numerosas copias de las obras de 
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