Un nuevo valor irrumpe con fuerza en el cada vez más interesante panorama de la literatura fantástica española.
"Los hijos del silencio" escrito por Palmira Martín en la editorial de LápizCero Ediciones (ISBN: 978-84-92830-19-0) con 228 páginas. Desde España y presentado en 2010 se encuadra entre los géneros Gótico & Terror Enlace Relacionado:LápizCero Ediciones Valoración: 8.5 sobre 10
Es todo un placer para mí poder presentaros en Mentenebre la ópera prima de una joven escritora, quien viene a sumarse al panorama literario con ilusión, con fuerza y con muchas ganas. Su primera novela, "Los hijos del silencio", nos propone una interesantísima variación sobre las criaturas fantásticas que pueblan nuestras noches, nuestros miedos, nuestros rincones oscuros, nuestras pesadillas. Dicha variación consiste en la creación de una nueva raza de seres fantásticos, los denominados Hijos del Silencio, que participan de características tanto angélicas como vampíricas y que descienden directamente del mismísimo Lucifer.
Es la forma de transmitir su don lo que precisamente pone en marcha la acción en esta historia. Dereck, un Hijo del Silencio, se encuentra en un hospital cuando presencia el fallecimiento de Anita, una trabajadora social ( posible trasunto de la autora, que también tiene la misma profesión ) que acaba de sufrir un accidente de tráfico. Compadecido, Dereck abraza a la joven, desolada al ver como su cuerpo acaba de morir. Tras dicho abrazo Anita comprueba que ahora se mueve por un terreno entre la vida y la muerte, similar a aquel por el que transitan los vampiros pero sin su abrasadora sed de sangre y sin capacidad para poder acabar con su vida. Aquellos que gobiernan a los Hijos del Silencio siempre se han esforzado por transmitir la idea que la transmisión del don es algo que sólo se puede hacer mediante complicadas ceremonias que, en el fondo, sólo van destinadas a reforzar su poder, por lo que no pueden consentir que se propague la idea de que el don se puede administrar libremente. De esta manera pronto comenzará la caza tanto de Anita y Dereck como de Amtar, otro Hijo del Silencio y amigo inseparable de éste último.
La novela va alternando la narración en tiempo presente con una serie de flashbacks en los que se nos va contando la historia de Dereck y las circunstancias que le llevan a convertirse en un Hijo del Silencio. Aunque al principio la novela peca un poco de pasar demasiado ligeramente por encima de situaciones y de ir quizá demasiado deprisa, a medida que va avanzado ella misma se va asentando, encargándose de encajar las piezas y de meter al lector en su cada vez más absorbente argumento. Si se tiene alguna reticencia, esta es absolutamente barrida cuando se llega al momento de explicar como surgen los Hijos del Silencio o la clasificación de éstos; original y novedosa, esta nueva raza de seres oscuros es sin duda una de las principales bazas para cautivar al lector con las que cuenta esta novela.
Otra de sus bazas son sus personajes. Yo destacaría dos por encima de los demás, Amtar y Sagem, ambos Hijos del Silencio y cuyos caracteres absolutamente opuestos y extremos les hace sumamente atractivos. El primero es una especie de bufón, juguetón, alegre, desenfadado e irónico, que es capaz de arrancar más de una sonrisa al lector y que rápidamente le coge un enorme cariño a Anita, casi tan grande como el que yo mismo le he tomado a él. El segundo es una criatura desalmada, con una nula capacidad para experimentar cualquier tipo de sentimiento, emoción o empatía, lo que le convierte en un eficacísimo asesino. Entre ambos queda una variada galería de individuos, como el vampiro Azael, la Hija del SilencioPaula ( cuyo cambio de carácter cuando pasa de viva a Hija del Silencio es realmente interesante ) o los propios Dereck y Anita.
Otro destacado aporte de la novela es su tremenda capacidad para crear imágenes de una enorme plasticidad y de una fuerza arrolladora, como cuando Anita es llevada al peligroso borde de un acantilado, atraída por la siniestra magia de una nana macabra y de un violín fantasmal. Sin duda, esta escena puesta en imágenes sería capaz de arrancarnos más de un escalofrío. También son muy impactantes aquellas escenas en la que interviene el aterrador Sagem, sobre todo el final, tan dinámico y potente.
Aunque se trate de una ópera prima y tenga algún pequeño detalle susceptible de ser pulido, lo cierto es que “Los Hijos del Silencio” es una novela absolutamente recomendable, de lectura entretenida y absorbente, plagada de sutiles homenajes ( os recomiendo leerla con atención para encontrarlos, pues están muy bien acoplados en el texto ). Según la propia Palmira, esta novela tendrá algún día una continuación, algo que espero con muchísimo interés, sabedor que esta joven escritora nos va a deparar en el futuro muchos buenos momentos gracias a su talento.