Novela fantástica de terror , escrita por Anne Rice en 1973 y publicada en 1976 por Alfred A. Knopf
"Entrevista con el vampiro" escrito por Anne Rice en la editorial de Ediciones B (ISBN: 84-406-4149-4) con 463 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en Junio 1998 se encuadra entre los géneros Terror & Fantasía & Gótico Enlaces Relacionados:Anne Rice & Ediciones B Valoración: 9 sobre 10
Este libro, conocido en todo el mundo por su adaptación cinematográfica, fue el punto de partida para la creación de su famosa saga "Crónicas vampíricas" publicada en su totalidad por GRUPO Z y EDICIONES B en España y traducida a infinidad de idiomas.
"Entrevista con el vampiro" da una sorprendente vuelta de tuerca al mito, centrándose en una visión intimista y visceral del vampiro, influyendo sobremanera en la subcultura gótica y en la literatura de finales del siglo XX.
Provocadora, mágica y sorprendente, desmenuza sin destrozar temas tan polémicos como el libre albedrío, la religión, las motivaciones humanas, enfrentando al hedonismo con la compasión, reflexionando sobre el origen del mal y el bien, abordando la búsqueda del sentido en nuestras vidas y cuestionando los dogmas morales.
¿Como viven los ya muertos? ¿Qué motiva a los inmortales?
Esta historia, que comienza como un desahogo psicológico ante la muerte de su hija Michele , a la edad de cinco años, dio a Anne Rice la clave para convertirse en una autora famosa (Ella misma retratará este duelo irresuelto por medio de los personajes de Madeleine y Claudia )
Cuando la novela cayó en mis manos de niña, después de ver la película en sesión de madrugada, no imaginé hasta que punto cambiaría mis esquemas, respondiendo a una pregunta que llevaba mucho tiempo en mi cabeza: Si tuviese la oportunidad de charlar con un inmortal ¿Qué me contaría? ¿Conocería él el significado de todo esto? ¿Hasta que punto las relaciones tienen un "para siempre" una vez cruzadas las fronteras del tiempo? ¿No es "para siempre" demasiado, incluso fuera del alcance de una muerte segura?
Publicada en España por primera vez como "Confesiones de un vampiro" narra la historia de Louis de Pointe du lac, un terrateniente de Luisiana en la época colonial, nacido a las tinieblas en 1791. Cansado de su existencia inmortal, buscará en su oyente (un joven periodista cuyo nombre se revelará en otras entregas de la saga) el eco de su humanidad perdida a lo largo del relato.
Nostalgica, filosófica, de ritmo trepidante y diálogos para enmarcar.
Anne Rice, por medio de Louis, nos traslada y nos sumerge en las profundidades de sus recuerdos, unos recuerdos plagados de emociones ambiguas, pasiones frustradas, duelos sin resolver y una idea de fondo: El nihilismo, que abarca y destruye cualquier retazo de esperanza.
Da igual los siglos que pasen, lo que uno posea o pierda...el vacío existencial se apodera de mortales e inmortales por igual, pero los hijos de la noche son los únicos condenados a soportarlo eternamente.
Esta imagen del vampiro romántico (ese que vaga buscando verdades que le condenen o le hagan libre, atormentado por su don, renegando de su propia naturaleza, anclado a un mundo en continuo cambio del que ya no forma parte, en una suerte de feroz lucha interna entre el monstruo y el alma humana) marcará la diferencia de matices con el “Nosferatu” clásico, más cerca del vampiro aristócrata de lo que nadie estuvo después de Bram Stoker.
Las contradicciones entre el libro y la película están en el pasado de Louis como mortal, que varía y se recorta notablemente, en las vívidas descripciones, bien adaptadas pero imposibles de recrear por completo, aún con una superproducción de Warner Bros tan elaborada en la gran pantalla por Neil Jordan en 1994 (U.S.A) y guionizada la propia autora de la novela.
El libro también destaca por lo políticamente incorrecto (y tremendamente exquisito a mi parecer) del triángulo que forman Louis, Lestat y Claudia. (Amor-odio, padre-hija, amante-rival) también suavizado en la película por motivos evidentes, y aun así tan criticado posteriormente.
Anne Rice describe un complicado equilibrio entre relaciones simétricas, juegos de poder, sexo y espiritualidad, alianzas y coaliciones dignas de terapia intensiva, que se podrían coreografiar por su ritmo y belleza, como un latido interno que sostiene toda la narración pendiendo de un hilo.
Incluso siendo este el único libro que se perfila desde la visión de Louis, creo que los personajes secundarios son merecedores de una novela propia a parte (en el caso de Lestat de Lioncourt muchas más, como bien demuestran las crónicas posteriores, en las que como mínimo se le mienta un par de veces, cuando no es el protagonista absoluto que acapara y absorbe toda la atención, no en vano se le llamó "el príncipe malcriado")
En mi opinión, si bien E.C.E.V marcó un antes y un después en la vida de la autora y en la literatura fantástica en general, también sobresaturó mucho por desgaste.
Para unos se convirtió en un referente imprescindible, unpuente con el que acercarse al mundo de la upirología, rescatando del olvido antiguos textos. Para otros, se quedó en un catálogo de nombres excesivamente usados, omnipresentes hasta la saciedad en las letras de cualquier sopa oscura.
En ese sentido creo que la escritora puso el listón muy alto, incluso para ella misma. Quizás a raiz de esto, en la actualidad intenta, desde una perspectiva ultra-cristiana, desengancharse de sus personajes y del estereotipo, ese que ella misma creó y recreó hasta tomar vida propia.
Pero parece que ni el mismísimo Jesucristo (personaje principal de sus más recientes trabajos, “El Mesías. El niño judío” y “El Mesías. Camino a Caná” a la espera de un tercer libro) consige apartar la atención de sus antiguos vampiros.
¿Será que, junto con Drácula, Elisabeth Bathory, Nosferatu y Carmilla (con el permiso de otros célebres no-muertos, a los que ahora mismo no recuerdo ni deseo ofender) forman ya parte del imaginario colectivo de muchos de nosotros?