Desperdicios de la añoranza Fábulas Pánicas MN Simple MN Avanzado Página 2/2 Publicado 2010-09-27 "Fábulas Pánicas" es el libro que condensa varios años de una serie de cuentos publicados en un diario mexicano entre las décadas de los sesentas y setentas. Significa hambre, dolor y un ego vitalizado por el Zen, empaquetado para un público inculto y encadenado intelectualmente.
Primera parte: El jipiteca existencialista
La primera parte de las "Fábulas Pánicas " es un viaje jipi-cristiano muy ad hoc con el lema "ámate a tà mismo como amarÃas al prójimo", donde se nota un manejo terrible del trazo y del color. No todos somos fieles al LSD y por ende nos cuesta trabajo entender el manejo de cierto tipo de ideas ambientadas en escenarios estéticamente horripilantes. Destacan algunas fabulillas en las que los pensamientos Zen hacen su aparición debido a la escaso ingenio intelectual de Jodorowsky (aunque también estaban de moda esas exóticas filosofÃas orientales y creo que era hasta cierto punto eran un recurso fácil para cualquier jipi), y es asà que logra enriquecer con moralejas y lecciones de vida sus caricaturas. Menester es mencionar que la división en etapas es mÃa, y que ubico el fin de la primera parte con la publicación de la fábula número cien en mayo 11 de 1969 , aunque ciertamente la profusión y el ánimo del multifacético artista chileno me dio la pauta. Detalle curioso es la omisión por completo de los movimientos estudiantiles no sólo en México sino en todo el mundo por el chileno, asà como también evidencia su desconocimiento de la obra de "Marx " y fuera de eso no hay más respuestas a un año de revueltas. ¿Censura? No creo, porque el autor se proclama como un ejemplo de lucha, cuando a pesar de estar en la lista negra del licenciado Peredo, "jodo" incesantemente intenta llevar al público sus obras. Entonces, ¿qué pasó? Yo creo que más bien prefirió no meterse en problemas, aunque recordemos que "silencio implica complicidad".
AsÃ, este es el origen. Cuestionamientos a través de una fuente variada de inspiración como pueden ser las filosofÃas orientales, las experiencias, los fracasos y un ego en franco crecimiento. Una no basta para mostrar la mirada introspectiva y ambivalente de Alejandro Jodorowsky .
Segunda Parte: Entre maestros, gragrofos y microbios te veas
A partir de la fábula 114 aparece la figura del maestro zen como guÃa para el replanteamiento y la resolución de problemas, que siempre comienzan con cierta forma lógica y terminan totalmente diferente, con observaciones agudas y a veces absurdas. Fábulas en honor de "maestros" como George Gurdjieff (quien dice que la evolución humana es resulta del desarrollo interior de cada uno y que la apertura interior es la meta de todas las religiones, pero que requiere de autoconocimiento y la ayuda de algún guÃa con experiencia a través de un prolongado estudio de sà y del trabajo sobre sà mismo), Alfred Korzybski (quien dice que los seres humanos están limitados en su conocimiento por la estructura de su sistema nervioso y la estructura de sus lenguas. Por lo tanto, los seres humanos no pueden experimentar el mundo directamente, sino a través de sus abstracciones, o sea, que a veces las percepciones y la lengua confunden al hombre que cree que son los hechos con los que debe tratar), los primitivos africanos, los sufÃs, al mago Felipe de León y, cómo no sospecharlo, al mismo Alejandro Jodorowsky . Muchas ideas, lluvia de ellas: uniones de palabras que guardan un paralelismo con las estructuras de los pensamientos del atomismo lógico pero sin sentido fáctico, real, del hombre y del mundo.
A este respecto la figura de los gragrofos y los microbios, esos personajes que guardan estrecha relación con el comportamiento humano al ser los protagonistas de su propia desgracia, son el caldo de cultivo y el objetivo de tanto análisis metafÃsico y semántico. Por desgracia, el "arte para sanar" no sirve porque para ambos su naturaleza es la del ensayo y error, la del constante aprendizaje. Por más que intento, no puedo ver un final feliz para las caricaturas; la enseñanza se vuelve entonces difusa y subjetiva. Es la cuadratura del cÃrculo.
Cierre
Para finalizar, podrÃamos incluir una tercera etapa donde la participación de Alejandro Jodoroswky disminuye y al relevo entran su hijo Brontis (que comienza su participación con una irrisoria y risible fábula de cuando tenÃa siete años de edad), Axel , asà como Pablo Leder . Conforme el lector avanza en la lectura, notará un aumento de contenido espiritual donde el propio autor pasa del lugar de aprendiz al del maestro. Como si fuera tan fácil.
Según la nota del editor (cito textualmente), "las "Fábulas Pánicas " cambiaron la vida de numerosas personas y hasta determinaron vocaciones en aquellos que vivieron la pubertad y la adolescencia entre 1967 y 1973 . En la actualidad muchos recuerdan las "Fábulas Pánicas " con entusiasmo y en internet son objeto de culto". Me pregunto, ¿con base en qué Daniel González se atreve a afirmar esto ¿Acaso tiene pruebas estadÃsticas o hay incluida en el censo de población una pregunta sobre la influencia de Jodorowsky en las personas? Evidentemente es un adulador más, como los que tienen un altar montado en Wikipedia y no permiten la edición del artÃculo que supuestamente deberÃa ser informativo y no objeto de adulación.
Alguna vez vi las pelÃculas de Jodorowsky cuando joven y en aquellos lejanos años creÃa que lo incomprensible merecÃa un esfuerzo intelectual que de alguna manera preparaba la mente para solucionar problemas de la vida con mayor sabidurÃa. Con este ánimo fui a ver al artista cuando regresó a México (no recuerdo bien si fue una conferencia o entrevista) allá por el 2004 y, ya con un pensamiento más maduro y menos esotérico, decidà no adorar Ãdolos ni profetas. Hoy, ya hecho un hombre, puedo decir que, efectivamente, el lenguaje en sus forma patológicas es sólo poesÃa, historia iniciática, nada más. Poco a poco las "Fábulas Pánicas " se deshicieron del buen hábito (heredado del filósofo Wittgenstein ) de asear los pensamientos y sanear las estructuras mentales; en cambio, el camino trazado fue el del "arte para sanar", esa manifestación maniquea que seduce y entra en personas de espÃritus débiles para revolver sus entrañas espirituales y dejar al "paciente" en un estado de confusión tal que el problema original carece ya de importancia, despojándolo de la realidad objetiva.
El lector posmoderno acoge con felicidad este tipo de publicaciones, ávido de respuestas a preguntas las cuales él mismo tiene la respuesta, pero que no puede aceptar. Recordemos que en estos últimos años como ya no hay grandes historias, hombres de cumbre, ahora los pequeños y difusos personajes (incluyendo a los anti héroes) son los que salen a escena. El vacÃo existencial y la falta de un sentido de la vida en un mundo en el que no hay certezas son el escenario perfecto para un artista con aires de grandeza. Cualquier actor puede y se monta en este escenario, pero es incapaz de darse cuenta que es una marioneta más y que el público para el que actúa adolece de la vista.
Donde Jodorowsky ve oportunidad de sanar, yo veo necesidad. Donde él ve público, yo veo borregos
Como acotación, tengo que decir que aunque "Fábulas Pánicas " fue un regalo que me hicieron, increÃblemente no hay ediciones disponibles en las librerÃas y su precio es sumamente elevado tomando en cuenta que no estamos ante un libro sino ante una serie de tiras cómicas, además la calidad del papel es paupérrima porque desde la primera vez que lo abrà se deshojó y después de preparar este artÃculo terminé con las hojas totalmente desprendidas y lo peor: aturdido por una palabrerÃa inocua y una espiritualidad tercermundista.
¡Qué posición tan incómoda!
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