Poco o nada se pede decir de Stephen King (Maine, 1947) que no se haya dicho ya, pues su nombre evoca a la figura indiscutible del terror contemporáneo. Prácticamente toda su obra ha sido editada en castellano, y la mayor parte de ella ha sido llevada a la gran pantalla (alguna de sus novelas incluso en varias ocasiones) o a la televisión. Pionero en experiencias literarias como "Montado en la bala", sigue escribiendo a un ritmo apabullante, ofreciendo a sus lectores nuevas novelas cada año, aunque quizá su nivel medio haya descendido en los últimos años algunos enteros (somos muchos los que consideramos que "IT" marcó un antes y un después en su producción). Sin embargo sus antologías de relatos se han espaciado más en el tiempo, y siendo un género que ha cultivado también con profusión (y con bastante acierto en ocasiones), se echaba de menos en el panorama editorial una recopilación de sus relatos más recientes.
"Todo es eventual", la última antología de relatos aparecida en el mercado en castellano, aglutina catorce relatos muy diversos, tanto por su estilo y su género como por su origen y sus ambiciones. Como toda antología, y más tratándose del maestro King, nos encontramos con obras maestras, relatos menores y otros simplemente prescindibles, pero forman un conjunto coherente (a pesar de su hetereogeneidad), intenso y muy recomendable.
La antología abre con un prólogo de disculpa-justificación-cuento-lo-que-quiero y nos presenta el primer relato, 'Sala de autopsias número 4', que nos hace temer lo peor: flojo, predecible, que no oculta en ningún momento su fuente de inspiración, pero que resulta decepcionante incluso en su giro final. 'El hombre del traje negro' muestra algunos detalles de la brillante imaginería de King, aunque el primer plato fuerte lo encontramos con 'Todo lo que amas se te arrebatará', historia de complicado título, emotiva, que partiendo de una anécdota talla una hermosa joya con un final abierto, perfecto. Le siguen dos relatos que carecen de elementos fantásticos o terroríficos, ambos flojos y sin demasiado interés, más allá de algunos momentos puntuales. 'Las Hermanitas de Eluria' entra de lleno en la magnum opus de Stephen King, la saga de la Torre Oscura, y aunque puede leerse de forma independiente, para disfrutarlo en toda su gloria es muy recomendable haber leído algún libro de la saga. Tras el, 'Todo es eventual', relato de difícil traducción (por el doble significado de eventual en inglés), que entronca con otro de los temas preferidos de Stephen King: niños y jóvenes dominados por sus poderes sobrehumanos. Se lee con facilidad dentro de su sencillez, y da paso a la segunda parte de la antología.
Y es en esta segunda parte donde encontramos las joyas que buscábamos (inciso: en el índice, al final del libro, Stephen King comenta que ordenó los relatos prácticamente al azar; viendo el resultado, es más que evidente). Tras siete relatos que no nos han aportado demasiado, nos encontramos con otros siete que, en mayor o menor medida, nos muestran las mejores armas del maestro. 'Almuerzo en el café Gotham', delirante y pasado de rosca, simplemente soberbio; '1408', una excelente historia de casa embrujada; 'Montado en la Bala', que engarzada con 'El virus de la carretera viaja hacia el norte' (de hecho, todos los relatos están, de alguna u otra manera, enlazados por pequeños detalles, algo que a Stephen King le encanta) y es una impresionante revisión de un tema clásico.
Stephen King menciona como favorito de la antología 'La teoría de L.T. sobre los animales de compañía', emotivo, melancólico y por momentos humorístico, que funciona a la perfección sobre todo por su tramo final. En definitiva, una obra no concebida como un todo pero que funciona como tal, con un arranque dubitativo y una recta final excepcional. Recomendable para los seguidores del maestro y para los aficionados a la literatura de terror en general.