www.mentenebre.com: Paintball

Hace tiempo que pude ver el trailer de esta película, Paintball que parecía augurar una nueva generación en el cine de terror por la manera de estar dirigida y rodada. Me llamó mucho la atención y tenía muchas ganas de verla. Como siempre, en España, la campaña publicitaria fue escasa y apenas inexistente, con lo cual pasó bastante desapercibida.

La clave de esta película no es nueva, para nada, pero quizá lo más innovador es la mezcla subyacente que alimenta la cinta de principio a fin. Paintball se presenta como una película de terror, y es aquí donde vemos el primer error que puede llevar a la confusión al espectador. Estamos ante una película que mezcla ligeramente la acción con secuencias de tensión y de thriller, pero no de la manera a la que estamos acostumbrados. No hay sustos, no hay escenas que nos hagan apartar la vista, ni siquiera escenas sobradamente sórdidas. La idea de la trama ni siquiera es original, pues la hemos visto infinidad de veces en otros títulos, pero la mezcla de la que antes hablaba parece transportarnos a un nuevo género, aunque tan sólo sea una ilusión.

Cámara en mano, como si nosotros lo viéramos o fuéramos uno más de los protagonistas de la cinta, se nos presenta la típica trama de un grupo de personas siendo cazados uno a uno en unos profundos y alejados bosques. En un principio, nos introducen en el apasionante mundo del paintball, donde unos selectos jugadores acuden a una partida bastante secreta. Ya, de momento, se nos pone la miel en los labios mientras descubrimos un poco más cómo funciona este mundo y cómo, para alguna gente, es más un deporte o afición que un pasatiempo esporádico. Los primeros minutos del metraje son simplemente alucinantes, cuando, incluso, aún no se han extendido todas las cartas sobre la mesa y simplemente asistimos en primera persona a una partida real de este deporte. Me encantó la actuación de los personajes, sus papeles, cómo entraban en el juego transmitiendo al espectador una sensación abismal de que aquello era más que un juego, cuando en realidad así era. Un grupo organizado que tenía una misión, encontrar una serie de banderas, y cómo caen en una emboscada por su equipo rival y las balas de pintura comienzan a surcar el aire en una lluvia imparable. Son unos momentos realmente buenos y me atrevería a decir que incluso lo mejor de toda la película. Se puede sentir el agobio, incluso la falta de aire y la subida de adrenalina de los personajes. Paintball

A continuación, pronto notarán que algo va mal, y que alguien está disparando con balas reales. En ese momento, el juego se convierte en supervivencia. Un tercer equipo, formado tan sólo por una persona, irá matando uno a uno a todos los miembros del juego. Aquí es donde comienzan las escenas que podríamos definir de más terror, pero, como antes dije, no llegan a darnos miedo. La película avanza entre momentos realmente buenos y otros más flojos, sin embargo, llega un momento donde, digamos, descubres de qué va toda la historia y la trama pierde bastante fuelle e interés, incluso se vuelve un poco confusa y absurda.

Lo que más me ha gustado ha sido el apartado de fotografía, donde destaca el color poco saturado de la cinta, que transfiere un amargo sabor de agonía, y el recurso de grabar las escenas cámara en mano, que, aunque pueda ser en ocasiones un poco molesto, te hace olvidar por momentos que estás viendo una película. Si a esto le añadimos que algunas escenas están grabadas sin cortes, la sensación de realidad aumenta considerablemente. No me ha gustado el doblaje de las voces, algunas son simplemente patéticas, y, como ya mencioné, el desenlace, muy a lo Hostel y nada acorde con la calidad inicial de la cinta. Aun así, Paintball me gustó mucho, disfruté viéndola y, así, la recomiendo.

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