Asistimos a ver la puesta en escena de "La Dama de Negro", una obra con más de quince años en cartelera, una docena de actores y más de tres mil seiscientas representaciones...¡y lo que faltan aún!
Hemos asistido a la función sabatina de "La Dama de Negro", obra de teatro que fue presentada por primera vez allá por el lejano año de mil novecientos noventa y cuatro. Recuerdo que yo era un crÃo y que en un viaje de esos horribles que llaman "escolares" nos habÃan llevado. Debido a la apatÃa tÃpica de los albores de la adolecencia (sin "s") me fue imposible prestar atención a la obra, incluso hoy ni siquiera recuerdo haber entrado al lugar; etapa borrada de mi disco duro. Ahora, todavÃa con los resabios de esos años, pero en contraste más viejo, he sido invitado a verla.
Considero que la dirección es excepcional, que no hay detalle alguno que pudiera demeritar la actuación, que la escenografÃa es harto simple, pero porque apela a la imaginación de los asistentes (quienes entre risas nerviosas y certeros aullidos salen del Foro Shakespeare con una sonrisa en la cara). Quizás sà tenga que hacer una observación sobre los decibeles tan altos a los que los efectos sonoros son dispuestos, pero considero que es un detalle menor que no tiene relevancia. Dependerá del finÃsimo oÃdo de quien se queje.
P.s. Se me olvidaba comentar que me hubiera gustado verla con Germán Robles, deseo imposible por su avanzada edad, pero que con Odiseo Bichir quedó satisfecho.