www.mentenebre.com: Déjame entrar

Ante nosotros tenemos una de esas películas esperadísimas y que mucho han dado que hablar en los recientes festivales de cine de todo el mundo. Bajo el inquietante y extraño titulo de Déjame entrar, el director sueco Tomas Alfredson revisa el viejo género del cine de vampiros para aportar su especial y personal visión de estos vetustos seres. La manera de llevarlo a cabo es un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados. Déjame entrar para empezar se aleja del cine comercial de vampiros y nos sumerge de lleno en la vieja Europa. Desde los primeros segundos del metraje sabemos que no estamos ante la típica película de vampiros a la que Hollywood nos tiene acostumbrados. El color de la cinta, los planos lentos, los ambientes y decorados son sin ninguna duda la firma mas característica de la película que trata de contar una historia fantástica lo más cercana a la realidad posible.

Como decía, Déjame entrar se adentra en el mundo de los vampiros desde un punto de vista distinto, para empezar, los protagonistas son niños, algo no muy típico donde estamos acostumbrados a vampiros adultoso almenos adolescentes. Y para seguir, la trama principal de la película aunque tiene que ver con el mundo de los vampiros, extrañamente, no lo parece. La sensación final y reinante después de haber visto la cinta es cuanto menos de desconcierto, un sabor extraño, amargo, pero no por ello desagradable. Dicen que es más una historia de amor entre un joven con problemas, inadaptado en la escuela y en su casa, y que disfruta estando solo, y una chica nueva que una noche irrumpe en su barrio. Es la historia de cómo dos personas distintas y aparentemente inocentes se empiezan a conocer poco a poco en sus nocturnos encuentros en la calle. Es mas una historia de supervivencia, una historia reflejo de falsa realidad, una historia tierna.

Y bueno, ¿que es una historia de amor? Sin ninguna duda, pero yo tampoco lo veo algo tan claro y tan importante. Por ejemplo, me viene a la cabeza la película de moda en este momento, Crepúsculo, que podría servir de símil para este caso. Ambas películas tratan de la relación entre un vampiro y un humano. Sin embargo ambas cintas están a años luz la una de la otra. Y como decía, en Crepúsculo veo más clara la relación entre los dos protagonistas, sobre la cual podríamos decir que más que de vampiros es de amor, que en Déjame entrar, que quizá por la edad de los protagonistas lo veo más como un juego inocente.

Se han oído muchos comentarios de esta película y como decía ha recibido buena critica en los festivales (sobre todo en Sitges) que se ha presentado, incluso algunas personas han llegado a decir que podríamos estar ante la mejor película del género de vampiros jamás rodada... y bueno, para mí, ni una cosa ni otra. La película mantiene el interés de comienzo a final, y siempre estas deseoso de saber más y de cómo termina la cinta, sin embargo, también hay que reconocer que es un poco lenta y tediosa en algunos momentos. El cine europeo a veces peca un poco en este sentido.

Allí donde podría parecer que en principio el tema de los vampiros podría haberse utilizado como un mero apoyo para la trama romántica, realmente no me ha defraudado que prácticamente se deja intacta toda la leyenda clásica surgida alrededor del vampiro, como por ejemplo podría ser que el sol les mata, y principalmente algo que ya no se suele ver en las películas, como es el hecho de que un vampiro no puede entrar en tu casa al menos que se le haya invitado previamente. Esto enlaza directamente con el titulo de la película, y ahora mismo recordaría referencias similares en las películas de Jóvenes ocultos y Noche de Miedo.

Recomiendo esta película, pero con mucho cuidado, ya que los que esperen algo similar a Crepúsculo saldrán decepcionados, y ni por asomo esperen acción ni mucho menos terror. Déjame entrar es la película que sin ninguna duda mejor reflejaría el mundo de los vampiros, si éstos existiesen.

Menu de art�culos Mentenebre

Déjame entrar