Apasionante estudio sobre la vida en un pueblo típico estadounidense, esta novela va más allá de la literatura de terror para convertirse en un grandioso fresco sobre la vida y las costumbres del norteamericano medio.
"La tienda" escrito por Stephen King en la editorial de Ediciones B (ISBN: 84-406-8031-7) con 976 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en 1991 se encuadra en el género Terror Enlaces Relacionados:Stephen King & Ediciones B Valoración: 9 sobre 10
Creo que a Stephen King habría que reivindicarlo no sólo como a uno de los puntales de la literatura de terror del siglo XX, algo que ya está suficientemente reivindicado, sino también como a uno de los más certeros escritores costumbristas de la literatura estadounidense del mismo periodo. Sus grandes novelas corales, aquellas que como "La tienda" o "El misterio de Salem's Lot", e incluso también "It" o "Tommyknockers", se centran sobre la vida y las costumbres de una ciudad de tamaño medio, o de un pueblo grande, de la América profunda, en las que multitud de personajes viven sus propias vidas y tejen sus propias historias hasta llegar al apoteósico final donde todas se unen, son auténticos frescos sobre la vida, los usos y costumbres del mundo rural estadounidense.
En este sentido, "La tienda" es quizá la más representativa de las novelas de Stephen King, pues además de mostrarnos con fidelidad no exenta de ironía el modo de vida de una típica ciudad del muy típico estado de Maine, donde Stephen King centra la acción de casi todas sus obras, también realiza para nosotros un estudio psicológico de proporciones titánicas al centrar el argumento de la historia en las aspiraciones y los deseos más íntimos de los habitantes del pueblo de Castle Rock. Unos deseos tan ardientes, tan apasionados, tan arraigados en el fondo de las almas de los lugareños, que por conseguirlos llegarán incluso al asesinato.
Al pueblo de Castle Rock llega un misterioso comerciante, Leland Gaunt, del que iremos descubriendo poco a poco que oculta algo terrible detrás de sus modales caballerescos. Nada más llegar abre una tienda que responde al nombre de Cosas Necesarias ( Needful Things, título original de la novela ), que pronto recaba la atención de todo el pueblo. Buena parte de sus habitantes irán desfilando, siempre de uno en uno, por la tienda para negociar en privado y sin molestias el precio de los artículos que les han llamado la atención y con los que siempre habían soñado; una cola de zorro, un cromo de béisbol, una lámpara, las auténticas gafas de Elvis Presley, un ungüento contra la artritis, en fín, que prácticamente hay algo para cada habitante de Castle Rock. El señor Gaunt nunca pide dinero por el artículo, sino que se conforma con que el comprador le gaste una "broma" a otra persona del pueblo con la que no tiene nada que ver y con la quetampoco tiene nada en contra, pero que sí tiene algún conflicto con otro lugareño.
Las bromas van subiendo en intensidad a medida que avanza la historia, provocando numerosos incidentes entre vecinos, entre ellos varias peleas brutales que desembocan en algún caso en la muerte de ambos contendientes. El ambiente en el pueblo se enrarece cada vez más, pues a los perversos manejos del señor Gaunt se une también una especie de guerra de religión entre católicos y protestantes por la celebración de un bingo benéfico por parte de aquellos. Esta circunstancia es aprovechada también por Leland Gaunt para manipular a los miembros de uno y otro bando, prometiéndoles el objeto de sus sueños a cambio de que hagan esta u aquella cosa para perjudicar a un tercero, que creerá siempre que el culpable de lo que le sucede es otra persona diferente, contra la que su odio se disparará, aumentado en descomunal proporción por el ambiente de locura que poco a poco se va apoderando de Castle Rock.
Los maléficos manejos del diabólico buhonero Leland Gaunt serán advertidos solamente por el sheriff de la ciudad, uno de los pocos que no pasan por la tienda, quien se dará cuenta de que los objetos que vende Gaunt en la misma son en realidad chatarra vieja y que gracias a su fabulosa capacidad para entrever los deseos humanos y para la persuasión, se convierten en preciados objetos de deseo que enloquecen a su poseedor hasta el punto de llevarle a cometer, como sucede en algún caso, brutales crímenes o a poner una bomba que destruya el pueblo entero. Esto último será evitado por el sheriff en el apoteósico final de la novela, en el cual descubriremos la verdadera y aterradora personalidad de Leland Gaunt, y sabremos que es lo que gana él viajando durante siglos de pueblo vendiendo humo y dejando un rastro de muerte y desolación a su paso.
Las casi mil páginas de "La tienda" se hacen asombrosamente cortas, pues la gran variedad de personajes y de tramas de la historia la hacen tremendamente ágil y adictiva. Además de esos elementos, contamos también con la depurada técnica de Stephen King, todo un maestro a la hora de llevar al papel argumentos y situaciones fantásticos pero a la vez creíbles, pues mezcla como nadie la fantasía y el terror con la vida cotidiana de sus personajes, sus anhelos, sus deseos, sus tribulaciones, su dolor y también, de vez en cuando, sus alegrías. Para mi gusto, "La tienda" es una de las mejores novelas de Stephen King, y eso ya es decir mucho teniendo en cuenta la gran cantidad de obras maestras que atesora este auténtico titán de la literatura fantástica y de terror.
En este sentido, "
Los maléficos manejos del diabólico buhonero 