Una extensa y completa monografía sobre uno de los pintores capitales del XIX, en una cuidadísima, como siempre, edición de Phaidon.
"Ingres" escrito por Andrew Carrington Shelton en la editorial de Phaidon (ISBN: 978 07418 5929 3) con 240 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en Noviembre de 2008 se encuadra en el género Arte Enlace Relacionado:Phaidon Valoración: 8.5 sobre 10
Cuando comencé a estudiar el arte del siglo XIX una de mis grandes sorpresas fue descubrir al gigante francés Jean-Auguste-Dominique Ingres. Laverdad es que desde entonces andaba detrás de una monografía sobre el pintor que me diera algunas de las claves para entender mejor su obra e incardinarla tanto en su coyuntura contemporánea como su influencia posterior. Mi búsqueda había sido infructuosa hasta que descubrí que Phaidon iba a publicar esta lujosa monografía.
Como siempre, a la hora de embarcarse en la lectura de un libro apetecido, uno pone el listón muy alto pues espera encontrar respuesta a todos sus interrogantes. Por tanto lo más lógico, y lo que ha sucedido esta vez, es que no halles respuesta a algunas cuestiones pero por contra aparezcan numerosos matices en los que no habías caído en cuenta. En este sentido hay que señalar que Carrington Shelton ha realizado un gran trabajo, que ha servido para arrojar mucha luz sobre la vida y obra de este gran pintor.
Uno de los aspectos más notables de la biografía de Ingres y que va a tener una gran repercusión en su obra es su larga estancia en tierras italianas, primeramente en juventud al hacerse acreedor del famoso premio de Roma, que la Academia Francesa ofrecía a sus noveles pintores más destacados, y que le permitió estar pensionado en Roma durante un año, estancia que prolongó algún tiempo extra al encontrar buena clientela en aquella ciudad. Más adelante volvería de nuevo a tierras italianas, pero esta vez a Florencia. De su periplo italiano lo más relevante en su producción artística es su “rafaelismo” que será reconocido en su pintura, ya que reinterpretará, y revisitará a su personal modo al gran genio italiano.
Ingres perseguirá en su trayectoria el ser reconocido como un gran pintor de historia, y no hay duda de que lo fue, con grandes lienzos como la "Apoteosis de Homero", "Angélica Encadenada", "Edipo y la esfinge" o "Entrada del Delfín en Paris". No obstante va a haber dos géneros pictóricos en los que Ingres destaque de una manera incontestable: el retrato y el desnudo femenino. El retrato, fundamentalmente femenino y de personas de alto rango, le valió para conseguir su sustento económico mientras su obra no había sido reconocida oficialmente. El desnudo femenino fue, sin duda, su gran aportación al arte del XIX, y salpicó intermitentemente su producción a lo largo de su carrera, desde su precoz "Bañista de Valpinçon" hasta su "Baño turco", pasando por "Venus Anadiomena", "La fuente" o "Gran Odalisca".
El colofón del libro es un aspecto no demasiado habitual en las monografías de artistas: su repercusión en el arte posterior. En pintura, Degas o Monet, primero, Picasso después. En fotografía Man Ray o la polémica Cindy Sherman. Estos son sólo algunos de los que apreciaron la gran relevancia de la obra de Ingres y reinterpretaron su obra.
Todo esto nos narra brillantemente Carrington Shelton en una muy completa monografía. Creo que la lectura de este libro proporciona muchas de las claves para entender la relevancia de la obra de este genial pintor. Si te interesa el arte del XIX, no puedes dejar de lado la figura de Ingres, y sugiero esta lectura como una magnífica aproximación.