¿Y si Drácula no hubiera sido destruido por sus perseguidores? ¿Y si hubiera conseguido su objetivo de establecerse en Londres y comenzar desde allí su conquista del mundo? Kim Newman presta su talento para jugar con las fascinantes posibilidades que ofrece este planteamiento.
"El año de Drácula" escrito por Kim Newman en la editorial de Timun Mas (ISBN: 84-480-4207-7) con 356 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en 1992 se encuadra en el género Terror Enlaces Relacionados:Kim Newman & Timun Mas Valoración: 9 sobre 10
La llamada literatura de rol, aquella cuyos protagonistas son criaturas fantásticas tipo elfos, enanos y magos, los cuales acostumbran a moverse por mundos imaginarios e imposibles, no ha recibido jamás consideración alguna por parte de la crítica, digamos, oficial, así como tampoco por parte de todos aquellos lectores que siguen al pie de la letra los dictados de los suplementos literarios de los periódicos. Su estúpido e infantil esnobismo les impide disfrutar de los mágicos y fascinantes argumentos de estas obras y del talento de los autores que las escriben.
Precisamente Kim Newman ( Gran Bretaña, 1959 ) es uno de esos escritores cuya imaginación da relumbrón a este tipo de literatura, tan injustamente denostada por el establishment cultural oficial. Bajo su seudónimo Jack Yeovil, el autor es uno de los más populares autores de la saga Warhammer, bajo la cual ha dado a luz a uno de sus más fascinantes personajes, la vampira Genevieve, protagonista de varias novelas y relatos cortos de obligada lectura por su fascinante mezcla de literatura gótica clásica y de rol. Tan fascinante personaje ha conseguido trascender los mundos Warhammer, colándose en otras obras del autor, fueran del universo del rol y escritas con su verdadero nombre, como es el caso de “El año de Drácula”.
La historia que se nos presenta en esta obra es increíblemente fascinante, y a la vez tremendamente bizarra. Estamos en Londres, en 1888. Drácula ha conseguido escapar de Van Helsing y su equipo de cazavampiros y se ha casado con la Reina Victoria de Inglaterra. Sus perseguidores han corrido una suerte dispar; Mina Harker es una de las vampiras de la corte real, su marido Jonathan está muerto de verdad, la cabeza de Van Helsing está clavada en una estaca a las puertas del palacio de Buckingham, Lord Arthur Holmwood es un vampiro que ha conseguido medrar a la sombra del Primer Ministro de Inglaterra, Lord Ruthven y el doctor Seward vive en Whitechapel como médico desahogando su odio mediante el asesinato de prostitutas vampiras ( entre ellas, a todas las víctimas de Jack el Destripador ).
La sociedad británica, tras un año de gobierno de Drácula, se halla dividida entre cálidos ( los que se resisten a ser vampirizados ) y neonatos, gobernados todos ellos por una cohorte de vampiros antiguos; Drácula, Lord Ruthven, Sir Francis Varney, y unos cuantos más ( todos ellos sacados de los grandes clásicos de la literatura vampírica del siglo XIX ). La sociedad corre un tremendo riesgo de fractura, lo que es aprovechado por unos cuantos fanáticos religiosos cristianos para montar constantes motines, que desencadenan en feroces represiones y empalamientos en masa por las calles de Londres. Alarmados ante la situación, un grupo de cálidos que actua como un gobierno en la sombra, el denominado Club Diógenes, decide poner en marcha un plan para acabar con el gobierno de Drácula. En tal misión recibirán la inestimable ayuda de la vampira Genevieve, trasladada por arte de magia de su mundo irreal a las calles de Whitechapel, en las que trabaja como enfermera, y la del mismísimo Jack el Destripador ( aunque por supuesto, no voluntariamente )… El desenlace de tan fascinante planteamiento lo tenéis en el libro.
La novela es un auténtico y sentidísimo homenaje a la literatura fantástica y de terror, mezclando personajes de grandes obras clásicas con personajes reales que de alguna manera se vieron involucrados en ellas. Por ejemplo, en la casa de Florence Stoker (cuyo marido Bram está encerrado en una terrible prisión conocida como la Acequia del Diablo junto con Sherlock Holmes y un surtido de personajes reales de la época) se reúnen personajes como Oscar Wilde ( exnovio real de la esposa del autor de "Drácula" ) que aquí es un neonato, o Lord Arthur Holmwood. También encontramos por estas páginas a los neonatos doctor Jekyll y Lestrade, el inspector al que Sherlock Holmes humillaba constantemente con sus pedantes exhibiciones de supuesta inteligencia o al doctor Moreau, el de la isla en la que se criaban terribles monstruos. Pero si hay un personaje que destaca en la historia es Kate Reed, tanto por su valor intrínseco como por el hecho de que Kim Newman ha hecho justicia recuperando para su novela a uno de los personajes que hasta el penúltimo borrador del “Drácula” de Bram Stoker formaba parte de la lista y que se cayó en el último momento. Tampoco quiero dejar de mencionar la burlona descripción que el autor hace de una tribu de vampiros, a la que llama “murgatroides”, cuyas costumbres son enormemente semejantes a las de los góticos actuales. Os aconsejo que leaís esta parte con mucho sentido del humor; incluso puede que os reconozcáis en esa descripción.
Fascinante, bizarra, documentadísima y de lectura increíblemente amena y ágil, esta novela debería ser obligatoria en vuestras estanterías. Aunque ya lleva publicada unos cuantos años, no os será difícil encontrarla si la buscáis un poco. Así que venga, que ya estáis perdiendo el tiempo…