La siempre interesante editorial Taschen nos trae una sugerente propuesta: Concentar la obra de este poeta de la imagen en noventa y seis páginas, con todo lujo de detalles sobre su filmografía, vida, actores, rodajes... Elegantemente presentado, con un precio imbatible y sin llegar a niveles de erudición exacerbados, cumple con su cometido sobradamente.
"Stanley Kubrick Filmografía Completa" escrito por Paul Duncan en la editorial de Taschen (ISBN: 978-3-8228-3113-7) con 96 páginas. Desde Alemania y presentado en 2008 se encuadra en el género Cine Enlaces Relacionados:Taschen & Stanley Kubrick Valoración: 9 sobre 10
Que Stanley Kubrick es uno de los mejores cineastas de la historia del cine resulta incontestable, ya lo era muchísimo antes de su fallecimiento y del estreno mundial de Eyes Wide Shut. Toda la polémica que rodeó a su muerte, dos días después de visionar su film póstumo ya montado, y el divorcio de la pareja protagonista no deben enturbiarnos el juicio, no fueron estos aciagos acontecimientos ni muchísimo menos los que le encumbraron, ya con 71 años. Stanley Kubrick acababa su carrera con un film complejo y oscuro, pero en su vida profesional ya había tocado la gloria y alcanzado un nivel de cine muy pocas veces superado, especialmente en el aspecto visual.
Una muerte sin duda prematura, pese a la edad del director, que puso fin a una trayectoria brillante e influyente, que tuvo su broche final en la irregular Inteligencia Artificial que rodó Steven Spielberg y que rondaba la cabeza del maestro desde su juventud, pero que acabó descartando por el primitivismo de los efectos especiales de aquel entonces. Si bien no era muy prolífico (su obra se reduce a doce películas, dieciséis si incluimos sus primeros cortos y experimentos detrás de la cámara), bien podríamos apostar que de haber vivido nos hubiera legado alguna que otra joya visual y cinematográfica, quedando su carrera cinematográfica en cierto modo huérfana, incompleta.
Su cine, cargado de simbolismo, reflejo de su monumental inteligencia y personalidad contenida, se caracteriza desde sus primeros escarceos por una técnica y una fotografía impecables, amén de un lirismo intrínseco a las imágenes que perdura en nuestros hipotálamos, grabado con fuego, tiempo después de vislumbar algunas de sus obras.
Ese don de hacer poesía con imágenes le ha servido para generar piezas de la magnitud de 2001, Senderos de Gloria o La Naranja Mecánica, las cuales han ido envejeciendo de manera dispar con el paso de los tiempos, pero aún se palpa su influencia. Sus obras han abarcado un amplio espectro de géneros que oscila entre el cine negro más clásico, la ciencia ficción, el terror o el cine bélico, sabiendo imprimir su sello en cada trabajo, ya fuera personal o por encargo.
El libro que nos ocupa no es su biografía definitiva, ni el mejor y más completo análisis de sus obras, o una disección de su influencia previa y posterior. Tampoco encontraemos disparatadas teorías sobre su muerte o más leña con la que avivar la ruptura del pantomímico matrimonio Cruise-Kidman.
En nuestras manos tenemos un libro que no llega al centenar de páginas, rebosante de fotografías a todo color, en el que se nos irá desgranando película a película toda su obra, aderezada con pequeñas alícuotas de información sobre su esquiva vida personal. Así tendremos una idea global de sus inicios como fotógrafo, sus espectaculares fotografías de boxeadores (posteriormente rodaría un corto, Day of the Fight, que visualmente influiría de manera notable en Toro Salvaje de Scorsese), sus primeros cortos, su afición por el ajedrez, reflejo de una inteligencia fría pero no exenta de pasión por su trabajo, y posteriormente su toma de contacto con los grandes estudios y los trabajos de encargo.
El capítulo de introducción es presentado con una impactante fotografía en blanco y negro del rodaje de La Naranja Mecánica en la que se ve a Alex y sus drugos a punto de golpear al vagabundo en el callejón en una imagen de poder icónico e imperecedera. Lo que nos llama la atención es que estamos viendo la escena por encima de una figura que está de espaldas y sentada sostiene un humeante vaso de café. Es Stanley Kubrick, y estamos viéndole integrado en el cuadro, como espectador de su propia obra. Fotografías de semejante poder aparecen por todo el libro, despistándonos ligeramente con respecto al contenido, que pese a la brevedad y concisión no es nada desdeñable.
Aparte de las fotografías y el texto encontraremos también diversas citas célebres del director, que con escasas y precisas palabras nos demuestra el privilegiado intelecto y la pasión por el medio de las que hacía gala.
A lo largo de cuatro partes se nos irá narrando la vida y obra del cineasta, desde sus comienzos como fotógrafo freelance para la revista Look, sus primeros cortos, su experiencia hollywoodiense, su costosa independencia de los grandes estudios y sus últimas obras. Todas y cada una de sus películas reciben una buena dosis de atención y análisis.
Rematan el contenido una cronología algo sosa pero necesaria para tener un encuadre temporal y una completa filmografía con la ficha técnica de todos sus filmes, desde Day of the Fight (1951) hasta Eyes Wide Shut. Cierra el trabajo una bibliografía imprescindible si aún seguimos con ansia de conocimiento y curiosidad.
Como ya mencionábamos, no se trata del opus definitivo sobre la vida y películas del director, si no más bien una guía con un aspecto visual y sobre todo un precio imbatibles, que la hacen merecedora de estar en nuestras estanterías.