Hay eventos que merecería la pena haberlos vivido, tal es este concierto de la irlandesa en 2006 en la Alhambra que, por fortuna, ha quedado reproducido en CD y DVD para el deleite de los que faltamos a aquella cita.
"Nights from the Alhambra" es un trabajo de Loreena McKennitt editado en Quinlan Road (Ref: 774213221100) en Agosto de 2007. Interpretado por Loreena McKennitt como vocalista, al piano, al arpa y al acordeón & Tal Bergman a la percusión & Panos Dimitrakopoulos al kanoun & Nigel Eaton al hurdy gurdy & Steáfán Hannigan al bodhrán y la gaita irlandesa & Brian Hughes a la guitarra y el oud & Tim Landers al bajo & Caroline Lavelle al violonchelo & Rick Lazar a la percusión & Hugh Marsh al violín & Donald Quan a la viola & Sokratis Sinopoulos a la lira & Haig Yazdjian al oud desde Canadá y navega entre los estilos Ethereal & Celtic & Ethnic y tiene una duración de 100 minutos. Enlace Relacionado:Loreena McKennitt Valoración: 9 sobre 10
Loreena McKennitt es una de esas artistas que tan próximos nos quedan por su hacer musical, en una línea de música etérea con toques ora étnicos ora celtas que tanto nos gustan a algunos de nosotros pero que siempre ha quedado desvinculada de cualquier etiqueta oscura. Lleva labrando su buen camino desde 1987 y ha sido capaz de acercar este sonido tan especial al gran público. Por ello hemos de estarle agradecidos.
Hemos tenido la suerte de que la McKennitt cayera en uno de sus muchos viajes por el mundo en esta España nuestra donde somos ricos en lugares especiales, yo casi diría mágicos. Ella menciona Galicia como puente entre su cultura, irlandesa, y la nuestra, por ese vínculo céltico, pero no es menos cierto que cayó rendida ante una de las grandes joyas del arte que tenemos en nuestro país: la Alhambra de Granada. El buen gusto que la caracteriza y quizá un colectivo promotor audaz hicieron realidad un sueño: que Loreena McKennitt tocara en el Palacio de Carlos V de la Alhambra. Esto sucedió en 2006 y su registro audiovisual es el tema que nos compete en esta reseña.
Las dieciocho canciones que componen el trabajo presentado, presumiblemente el global de toda la actuación, se presentan en dos CDs de audio y un DVD, y vienen a dar muestra de los distintos estilos y tendencias que la McKennitt ha venido desarrollando a lo largo de su cuantiosa producción.
Primero hablaremos del espectacular despliegue instrumental del grupo que la acompaña: batería y percusiones, guitarras y bajo, instrumentos antiguos como el kanoun, el hurdy gurdy, el bouzouki celta, la gaita irlandesa, el oud y la sección de cuerda clásica con violín, viola y violonchelo, amén de los instrumentos tocados por Loreena, a saber, el arpa, el piano y el acordeón. Sólo con la enumeración de estos instrumentos ya sabemos que lo que nos vamos a encontrar es una música de aire ancestral, evocadora de la música tradicional, aunque con el contrapunto de los instrumentos del pop, guitarra, bajo y batería que tienen cierto peso en algunas canciones y acercan la música a un público más amplio. El concierto a priori se presenta como muy interesante y vamos a tratar de desgranarlo a continuación.
Por una parte Loreena McKennitt incluye en su repertorio algunos temas tradicionales irlandeses que tanto por su melodía arcana como por la instrumentación y la dulcísima voz de la irlandesa son auténticas joyas de la música más puramente celta. De éstos tenemos algunos ejemplos en el concierto: 'She Moved through the Fair' y 'Bonny Portmore', 'Huron ‘Beltane’ Fire Dance', también 'Santiago', que explora la conexión céltica entre Irlanda y Galicia y que suena muy a la gallega.
El aire étnico de algunas canciones nos remite claramente a uno de los grupos clásicos de nuestra escena: Dead Can Dance. Es en este punto imposible no caer en la comparación, no obstante tanto Loreena McKennitt como Lisa Gerrard son dos personalidades y voces muy singulares y cada una brilla por si misma. Esta aproximación la tenemos latente en canciones como 'The Mystic’s Dream', 'Marco Polo' o 'Caravanserai'.
También hay espacio para la melancolía, lo que le da un puntito oscuro y acerca esta música a nuestro heavenly voices, en temas donde el protagonista es el arpa o el piano, en ejemplos como 'Stolen Child', 'Raglan Road', 'Never-ending Road', 'Cymbeline' o 'Dante’s Prayer', inspirada esta última en su lectura de "La Divina Comedia" mientras viajaba a Siberia y contemplaba la miseria y desesperación de las personas que encontraba en su camino.
En un ensayo comentado aquí en Mentenebre "El Prerrafaelismo y su influencia en la creación contemporánea", Carlos A. Cuéllar, señalaba acertadamente la vinculación de la música de Loreena McKennitt y el Prerrafaelismo. Así lo podemos ver en 'The Lady of Shalott', tema extraído del poema de Tennyson y tratado por el pintor Waterhouse, o en la ya citada 'Cymbeline', de un tema Shakespeariano.
He dejado intencionadamente para el final las cosas que menos me gustan de la música de Loreena McKennitt, y es el frecuente uso que hace de la guitarra, el bajo y la batería que edulcoran un sonido que es en esencia tradicional. Quizá con su inclusión permite la aceptación de su música por un público más numeroso pero yo, que quizá soy demasiado purista, no veo que encaje adecuadamente en este concepto musical. Sólo mencionare un ejemplo: 'The Bonny Swan', uno de sus hits, en el que hay un duelo entre el violín y la guitarra eléctrica a lo Mike Oldfield que sinceramente, puede conmigo. No obstante después de las maravillas que nos ofrece estos detalles se los podemos perdonar.
Lamentándome de no haber podido haber vivido aquel singular concierto en directo me tengo que quedar con este lujoso pack audiovisual, que está además exquisitamente editado, y al que se le han añadido imágenes de la ciudad de Granada con comentarios de la propia Loreena. Un trabajo excelente que os recomiendo.
Hemos tenido la suerte de que la 
También hay espacio para la melancolía, lo que le da un puntito oscuro y acerca esta música a nuestro 