Spiritual Front deja constancia una vez más de su excelente calidad en el escenario. El conjunto italiano presentó su último trabajo "Armageddon Gigolo", que cautivó a todos los espectadores por su sorprendente energía en directo.
Las actuaciones en directo siempre presentan un encanto especial por varias razones. La primera de ellas es porque nunca se sabe cómo se va a desarrollar el mismo, siempre puede surgir algún imprevisto que arruine el espectáculo de forma irreparable. La segunda razón es porque una banda en vivo demuestra lo que vale y lo que puede llegar a dar de sí. Y la tercera es porque la mejor manera de disfrutar la música de un conjunto siempre será en directo.
Los italianos Spiritual Front demostraron el ocho de julio en la sala Caracol de Madrid que cubren de manera sobresaliente todas estas expectativas, emanando encanto y profesionalidad en todo momento.
Venían a presentar su último trabajo “Armageddon Gigolo”, un disco deudor en cierta manera del sonido de proyectos como Nick Cave & The Bad Seeds, pero que ofrece una originalidad sin precedentes en su composición y en su sonido dentro del género neofolk. De hecho, su frontman Simone Salvatore, excepcional tanto en el ámbito musical como en el personal, deriva su estilo hacia una tendencia particular que él mismo define en sus entrevistas como Suicide Pop.
Sin duda, Spiritual Front se desmarcan del resto de bandas europeas con elegancia y encanto, ofreciendo una serie de temas de influjo romántico y apasionado, complementando estas letras con unas melodías intensas, conformadas por el sonido de guitarras, batería y violines, aunque para la realización de este concierto se optó por la utilización de un teclado que cohesionó a la perfección con el resto de los instrumentos.
Ataviados al más puro estilo de la mafia italiana, sus componentes actuaron sentados sobre unas sillas de madera, desarrollando íntegramente el mejor de sus lanzamientos hasta la fecha, su último trabajo “Armageddon Gigolo”. Este disco contiene grandes joyas como ‘My Kingdom For A Horse’, ‘Slave’ o ‘No Kisses on The Mouth’, y todas ellas fueron presentadas con una calidad envidiable, dejando patente su impresionante maestría como músicos, ofreciendo en directo una intensidad que supera con creces la registrada en el CD.
Simone y el resto de la banda demostraron a su público la elegancia con la que se puede llevar un proyecto original, independiente y sorprendente. Su música se caracteriza por fusionar el Rock n’ Roll con el neofolk y su esencia italiana, dando lugar a melodías llenas de fuerza, acompañadas de letras pasionales.
Tanto el sonido como los efectos de luces y ambientación funcionaron perfectamente. Tras haber realizado una versión del mítico Johnny Cash y agotar el repertorio de “Armageddon Gigolo”, Simone invitó al público presente a subir al escenario y acompañar con su voz uno de sus grandes éxitos. Al principio la gente se mostró un poco reacia, pero finalmente gran parte de los nombrados por Simone accedieron a cantar, generándose una situación entrañable y memorable. Simone compartió con su público su mayor obra: su música, y eso siempre resulta un gesto admirable.
Mis más sinceras felicitaciones a la organización promotora Escalera Sin Peldaños, que una vez más ha sabido embellecer esta ciudad con la mejor de las creaciones del ser humano, la música.
Las actuaciones en directo siempre presentan un encanto especial por varias razones. La primera de ellas es porque nunca se sabe cómo se va a desarrollar el mismo, siempre puede surgir algún imprevisto que arruine el espectáculo de forma irreparable. La segunda razón es porque una banda en vivo demuestra lo que vale y lo que puede llegar a dar de sí. Y la tercera es porque la mejor manera de disfrutar la música de un conjunto siempre será en directo.
Sin duda, 
