La pelÃcula tiene todos los tópicos de argumento "occidental va a Japón" y homenajea el concepto del villano malo, malÃsimo, contando además y para rematar el coctel, con unas escenas sexuales como para no parar de reÃr.
Planos demasiado largos, diálogos tediosos y personajes secundarios completamente absurdos tratan de aportar, sin conseguirlo ni de lejos, un halo de misterio a una trama que nunca mejor dicho, hace aguas por todos lados. Para colmo de males tanto los efectos visuales como sobre todo los sonoros, con una especie de noise sostenido, ayudan al espectador a hacer más soportable el despropósito ante el que se encuentra.
En el periplo de los protagonistas por la selva se empezaron a escuchar en la sala los primeros "me aburro" o "que los maten ya" e incluso nos pareció reconocer la voz de la presentadora de la Muestra, Leticia Dolera que a modo de despedida y para su desgracia, decidió verla entera. Eso sÃ, otra voz anónima le respondió con enfado, asà que se da por supuesto que a alguien le debió de gustar este experimento que a nosotros llegó a desesperarnos sobremanera.
Muy destacables en esta nueva entrega las escenas de lucha, espadas, veloces cabalgaduras y ataques de lobos a castillos que nos recuerdan un poco al Abismo De Helm del Señor De Los Anillos, algunos hemos creÃdo ver incluso los yelmos de Gondor esperando en las almenas.
Patrick Tatopoulos ha sido responsable de efectos especiales en pelÃculas como "10.000" (2008), "Soy Leyenda" (2007) o "Resident Evil: Extinción" (2007), y como en estas últimas de zombis los efectos aunque geniales resultan excesivamente rápidos.
Lo mejor: Bill Nighy, la elección de este actor para el papel me pareció desde el principio un acierto mayúsculo, parece realmente un vampiro, fijaos que lo digo como si hubiera conocido a alguno. Su estilazo al caminar, tanto en abrigo drakuliano como con armadura y sus expresiones al decir aquello de: "te amo más que a nada, me lo puedes contar" antes de condenarte a muerte, transmiten esa frialdad que un corazón no muerto debe sin duda poseer.
Lo peor: Que ya sabes lo que va a ocurrirles, porque esto es una de esas precuelas que tanto se llevan ahora, el retroceso a la historia de amor de Lucian y Sonja que ya nos han contado en anteriores entregas.