www.mentenebre.com: Jumper

Jumper es la historia de ciertas personas con unas habilidades extraordinarias que les permiten desplazarse a cualquier lugar del mundo con tan sólo desearlo. Así de fácil, los denominados Jumpers pueden saltar al instante a lugares tan variopintos como Tokio, Egipto, Francia, Roma... Desde la antigüedad han existido este tipo de personas, que no en vano han sido consideradas como un peligro por un brazo armado religioso que está encargado de darles caza y eliminarlos: los Paladines. El don de estar en todas partes sólo puede ser dispuesto por Dios, de ahí que cualquier otra persona que realice estos actos sea considerada un hereje. El cabecilla de esta oculta organización está interpretado por el mismísimo Samuel L. Jackson, en un papel un tanto extraño, acostumbrado a verle casi siempre de bueno en sus películas, a parte de que tampoco puede esperarse de tal guión una espléndida puesta en escena. David Rice, protagonizado por Hayden Crhistensen (el joven Darth Vader de las precuelas de Star Wars) es el protagonista principal de la película.

Todo comienza cuando David descubre que posee esa habilidad de teletransportarse a cualquier parte del mundo. Una vez dominada esta técnica, no duda en enriquecerse a sí mismo robando bancos sin que nadie pueda jamás ni verle ni, menos, cazarle. Sin embargo, los Paladines andan cerca, y llega el día en el que David comete un fallo poniendo al descubierto su existencia. A partir de ese momento los Paladines tratarán de cazarle por todos los medios, que no son pocos. Jumper

La película tiene evidentes toques de cine de superhéroes que me han recordado mucho a títulos como Spiderman, por esa búsqueda de aventuras, ciencia-ficción, romanticismo y, principalmente, dedicada a toda la familia. Sin embargo, la espectacularidad de la película no me ha parecido que llegue a rozar ni si quiera las expectativas que cabrían esperar en un estreno a día de hoy. Es una película que bien podría haberse rodado prácticamente igual 10 años atrás y no notaríamos prácticamente la diferencia, a excepción de alguna que otra secuencia, pero nada impactante. No obstante, no siempre lo son todo los efectos especiales, ¿verdad?

En definitivas cuentas, se trata de una película entretenida, que podría haber dado más de sí, pero que realmente te mantiene en vilo y sobre todo, y muy importante, creo que reaviva las ganas de soñar. Soñar con aquellos deseos innatos en el ser humano que todos ansían y que obviamente nadie dispone, como podrían ser volar, hacerse invisible y teletransportarse. Creo que ésta es una de las características por las que estas películas tienen tanto éxito entre el público, todo ello mezclado con la sinuosa sombra del superhéroe.

Película recomendada para amantes del cine de ciencia ficción y del cine muy comercial, y no recomendada para quienes busquen atisbos de seriedad en la misma. La forma de presentar una película de estas características podría tomar dos vías: una, la de realizar un guión sin tapujos, con elementos llamativos sin pararse a pensar lo convincente de los sucesos, o aun suponiendo que los teletransportes no existen, realizar un guión más riguroso para hacerlo más creíble. En este caso, Jumper claramente se sitúa en la primera opción, pues es comercial de principio a fin. No les importa que los personajes se teletransporten a lugares o desde lugares completamente llenos de gente y que haya múltiples testigos de todas estas peculiares habilidades. Esto resta bastante seriedad a la película, pero como he dicho no pretende que te creas que algo así existe, sino tan sólo entretener y hacerte olvidar todo a tu alrededor durante una hora y media... viajar y soñar.

La historia está basada en las novelas del escritor Steven Gould y la película está dirigida por Doug Liman, director y productor de grandes títulos en el cine de acción, como El ultimátum Bourne y Mr. and Mrs.Smith. Completan el resto del reparto la guapísima Rachel Bilson (de la serie televisiva The O.C) y Jamie Bell (Banderas de nuestros padres, King Kong, DeathWatch).

No está mal, pero tampoco creará historia. Ve a verla, diviértete y luego olvídala.

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