Ahora ya no podemos vestir como queramos, pues ya no somos libres. Ahora, si queremos ser góticos, debemos llevar indumentaria negra; esa camisa que tanto nos gusta deberá ser sustituida por una chaqueta de cuero que nos llegue por los pies; los collares de pinchos serán obligatorios para todos y nadie podrá llevar unas zapatillas, pues simplemente, por ser góticos, debemos ir como muertos. Y si nos deprimimos por alguna circunstancia, simplemente tenemos que suicidarnos.
Nuestro corazón nos hace ser. Sólo el cerebro nos enseña a saber. Saber implica conocer, y quien conoce, tiene el don de poder juzgar y escribir sobre lo que sabe.
Ser gótico está mal visto, tan mal como ser punk o heavy. Aquà sólo está bien visto vestir "normal" y escuchar operación triunfo (por no citar más improperios musicales). Vaya mundo en el que vivimos, en el que una letra que diga "bulerÃa bulerÃa" triunfa en toda España, y unas letras que tratan sobre temas de la vida cotidiana como la muerte, el sueño y el alma, no lo consiguen; sólo por culpa de los medios que, como siempre, creen que lo saben todo; los mismos que dicen que nuestra música induce a la autolesión, a consumir drogas y beber alcohol sin parar, a la violación e incluso a asesinar, cuando precisamente hablan de todo lo contrario y además lo critican en sus canciones…